Según la Real Academia Española, la inflación (en su vertiente económica) es la elevación del nivel general de precios, quiere decir que se genera cuando aumentan los precios de bienes y servicios es generalizada. En otras palabras, es un deforme que se genera en la economía de un país y está vinculado con el aumento desordenado de los precios que se comercian en sus mercados, por un periodo de tiempo prolongado. Es decir, existe inflación cuando aumentan de forma sostenida los precios del conjunto de bienes y servicios de una economía.
Ya que es un fenómeno bastante común, (pues ocurre en casi todos los países), los bancos centrales siempre tratan de que en su país haya algo de inflación, normalmente entre el dos y el tres por ciento; de hecho, si no hubiera inflación, los precios bajarían (a esto se le llama deflación), que es la preocupación de cualquier responsable económico de un país. La deflación puede lentificar el consumo y el crecimiento económico; además, es descender en un espiral deflacionista con grandes consecuencias para la economía de un país.
El objetivo de los precios es ceder a los compradores enseñar la cantidad de producto que desean comprar según el precio del mercado y a los empresarios estipular la cantidad de producto que desean vender. La función de los precios es garantizar que los capitales se repartan de manera eficiente y equitativamente para alcanzar una medida de mercado, para que los recursos se puedan establecer de manera eficiente. No obstante, lo más común es que los precios aumenten, provocando lo que se llama inflación.
La inflación es uno de los objetivos más resaltantes en el estudio de la macroeconomía y en la política monetaria de los bancos centrales.